HARAKIRI

Hemos ido un poco a ciegas y hemos alucinado. Somos adictos al Japo y ha superado nuestras expectativas. Qué delicia todo… tanto a nivel de sabor como de estética. Una pasada. Un servicio de 10 además. Deseando repetir.

La comida, como en todos los restaurantes del grupo, es excelente. El sitio es raro, da la impresión que a los de la parte de arriba no les interesa la de abajo, pero cuando llegas abajo la experiencia es buenísima

El sitio es una pasada, en una cueva con cocina abierta en la que puedes observar las elaboraciones de los platos por parte de los cocineros, el producto que trabajan es muy bueno y los tiempos de cocina están muy medidos, sin duda repetiremos.

El lugar es súper original, nos costó un rato encontrarlo porque es bastante clandestino. La única pega que pondría es que a pesar de haber reservado, cuando llegamos no tenían hueco (el local es bastante pequeño aunque con mucho encanto ya que es como una bodega). Intentaron colocarnos en la parte de arriba, que es otro restaurante pero que no tiene la misma gracia, pero finalmente consiguieron una mesa para nosotros en la parte de abajo en el propio restaurante. De la comida no tengo nada malo que decir, todo lo que comimos estaba espectacular. Sin duda repetiría.

Lo que merece la pena probar son los niguiris, estaban buenísimos. Trato amable y simpático.