La Casona de Castilnovo - gay only rural hôtel

La estancia ha sido genial.
Jonás y Borja son unos grandes anfitriones y nos hemos sentido muy arropados.
El grupo con los que se ha compartido el fin de semana ha sido agradable y familiar.

Fantástico hotel para relajarse, desconectar y conocer gente maravillosa.
De ese jacuzzi han salido buenos amigos.
Los propietarios Borja y Jonás son encantadores y hacen que te sientas realmente en casa, es muy recomendable para gente que viaja sola.
El desayuno y la cena están riquísimos, de restaurante de lujo.
Sin duda volveremos a vernos ahí.

Casi recién llegado solo puedo decir que Borja y Jonás nos han tenido mimados y consentidos durante toda nuestra estancia. Nos han hecho sentir que estábamos en familia, muchas risas, mucha complicidad y muy buen rollo.
Los desayunos y las cenas espectaculares, cuidadas al detalle, la comida está elaborada con mucho mimo y se nota que ponen amor en todo lo que hacen.
Las habitaciones son preciosas, la cama de lo más cómodo que puedes encontrar; es tumbarte y caer dormido casi al segundo 😅
Tanto si buscas un plan romántico, como algo tranquilo o conocer gente nueva, este sin duda es tu sitio.
1000% recomendable, sin duda repetiremos 💕

La casona es un concepto de hotel rural distinto ya que sus 2 anfitriones hacen que así lo sea. Hemos estado en varias ocasiones y siempre ha sido un verdadero lujo. Sin duda es de esos lugares para recomendar y experimentar. Sus fiestas son muy divertidas y el ambiente que consiguen Borja y Jonas es hacer que te sientas en tu propia casa. El entorno es para desconectar totalmente, con enclaves tan impresionantes como Pedraza, Duraton, Segovia… harán que la estancia en la casona sea aún mejor.

100 % recomendable no sólo las habitaciones amplias los lugares comunes agradables y muy bien usados también los alrededores con muchos sitios que visitar y actividades dispares que realizar. A resaltar de todos modos la hospitalidad de Borja y Jonás que en todo momento te hacen la estancia fácil y parece que estés en casa de unos amigos.

La casona de Castilnovo es un punto de encuentro maravilloso LGTBIQ+ si necesitas unos días de desconexión.
Es un hotelito rural ubicado en valdeSaz con 5 habitaciones con muchísimo encanto, los anfitriones que son Jonás y Borja te cuidan desde que llegas hasta que te vas para que no te falte de nada.
El ambiente es increíble y cocinan de maravilla.
Tienen Jacuzzi exterior y en los alrededores se pueden realizar distintas actividades.
Además tienen colección permanente de arte por si te apetece comprar algo.
Tienen bodega para eventos y un jardín maravilloso.
Para volver a volver.
Necesitarás coche para llegar hasta el pueblito pues está un poco alejado.
Pero merece la pena.

Sin lugar a duda... EXCELENTE!!!
Un sitio increible!!! La paz y serenidad que transmite es indescriptible. Un entorno idílico!! Todo ello, con el trato excelente de sus responsables, cercanos y muy, muy agradables. Borja y Jonás hacen que te sientas realmente como en casa, una experiéncia muy y muy recomendable!!!

Por muchos años (y estancias) más, felicidades chicos!!!!

Hola a todos¡
La estancia en la Casona de Castilnovo 100% recomendable.
Estuve una semana en Agosto con unos amigos. Y volveria a repetir.
Jonás y Borja fueron unos magníficos anfitriones.
Se procupaban porque la estancia fuese agradable. Te recomendaban lugares a dónde ir y cómo ir.
Tenian un jardín donde podias tomar el sol y leer tranquilamente.
La desayunos y las cenas eran espectaculares. Cantidad y calidad
Todo casero y muy rico.
De una semana que stuvimos no se repitio ningun dia la cena.
Y lo mejor de todo las veladas que haciamos a las noches y toda la gente que conocí
El único pero si esque lo hay es que pasé mucho calor y no dormí bien.
Pero eso forma parte del verano
Muchas Gracias Jonás y Borja por haber hecho una semana tan fantástica.

No vais a un hotel, vais a casa de unos amigos, a disfrutar, Gracias Juan y Borja por todo

Si buscas un lugar para alojarte como si fuese tu casa, este es el sitio. Establecimiento con todo tipo de detalles cuidados al máximo por sus dos anfitriones, Borja y Jonás, que hacen aún mejor tu estancia en el lugar. Gastronomía casera espectacular, sin duda un lugar para repetir!!!!. Gracias por todo chicos.

Un verdadero encanto, no sé qué más decir. Los dos anfitriones son extremadamente acogedores y de verdad te sientes cómo en casa. Además de esto, el lugar es bonito y las instalaciones muy cómodas. Gracias por todo, Jonás y Borja. 🤗😘

Todo muy bien! Y los dueños un encanto

La atención de Borja y Jonás es exquisita. Es un sitio perfecto para relajarse, se respira buen ambiente y la comida de los anfitriones es espectacular. Está todo preparado para que los huéspedes disfruten de todas las comodidades. Uno de los mejores fines de semana de mi vida. Repetiré seguro.

Buuufff, que decir!!..
Me quedaría a vivir allí, son lo mas de los más, nos han tratado como reyes, la ubicación está cerca de todo, el lugar es mega tranquilo, las estancias del hotel super acogedoras, la cena espectacular sin duda y los anfitriones...no tengo palabras. Estuvimos una semana y nos hicieron sentir como uno más de la familia, gracias Borja y Jonás 😍!!

Este pequeño hotel rural orientado al público homosexual es un pequeño paraíso en el campo de Castilla. Ubicado en un lugar muy tranquilo y discreto es el lugar ideal para pasar un fin de semana o unas vacaciones tanto si quieres ir solo o con tu pareja. El secreto está en la familiaridad y confianza que se alcanza desde el primer momento con la familia dueña de la casa, los que ya considero amigos, Jonás y Borja. Las instalaciones tienen todo lo necesario para relajarse y disfrutar. Hay libros, televisión y espacios tranquilos a disposición de los clientes. Un salón y una bodega permiten charlar, leer o revisar los correos y mensajes sin ruidos ni molestias. El jardín está muy bien situado para poder tomar el sol en las hamacas de la casa, o tomar algo sentados en el porche. Puedes pedir una cerveza o cualquier otra bebida y disfrutarla en el jacuzzi mientras te relajas. Tanto Borja como Jonás están continuamente pendientes de que no te falte de nada y de tu bienestar. Creo que son dos personas encantadoras y con una fuerte vocación hotelera que les permite ofrecer un servicio de calidad y cuidado de los detalles. Las habitaciones son cómodas con buenos colchones y un baño adecuado. Las almohadas son un poco bajas pero rápidamente nos consiguieron otra almohada extra para conseguir más altura. Yo fui con mi pareja en plan romántico y lo pasamos muy bien y con mucha seguridad porque la higiene es máxima. La limpieza con lejía es diaria y la disposición de gel hidroalcohólico te permite mantener tus manos limpias en todo momento. Otro tema importante es la opcional y deliciosa cena (de la que no voy a hablar porque es mejor vivirla en persona y descubrir la interesante sorpresa diaria) que preparan todas las noches. Se nota la profesionalidad y el detalle con la que estos chicos la elaboran para dar gusto a los comensales. Además la posibilidad de charlar y socializar con ellos y el resto de los clientes es un plus añadido, tanto durante la cena como en la posterior velada nocturna. Los desayunos son completos y variados y nos parecieron muy buenas las diferentes opciones que nos ofrecieron. No te quedes sin probar la mermelada de piña o de limón. Los pueblos más interesantes para visitar están muy cerca, así que es un muy buen punto de partida para conocer toda la zona. Espero que podamos repetir pronto.

Una fantástica opción para desconectar de la ciudad y por su localización entre Sepúlveda, Pedraza y las Hoces del Duratón. Jonás y Borja hacen que te sientas como en casa -desayunos y cenas muy ricas, ojo al yogur hecho por ellos y el brownie- en este hotel rural en el que el tiempo se detiene y podemos dejar de lado los móviles para disfrutar de un buen vino y conversación alrededor de la lumbre de la chimenea.

Una experiencia diferente y única, Jonás y borja una pareja muy entrañables te ha en sentir como de la familia el sitio es muy idílico y la cena con ellos me parece muy acogedora el desayuno una pasada y no os perdáis el yogurt hecho por ellos, para repetir definitivamente

Es un hotel familiar agradable y con mucha clase.Y lo mejor los anfitriones que te tratan como de la familia y te hacen sentir como en casa

Ya me considero habitual. Más que un hotel es una casa familiar. Este verano iré varias veces. Comida increíble, instalaciones buenísimas con una limpieza de 10. Te miman, te cuidan. Absolutamente recomendable. Voy con mi perrete y es tratado igual de bien. Uno es feliz allí.

Una auténtica casa de pueblo encantadora y acogedora. Los dueños son muy cercanos, se preocupan por hacerte sentir en familia junto a los otros huéspedes. Aceptan mascotas y se viven momentos únicos.
Un abrazo chicos, esperamos veros pronto!
Ángel y Óscar.