Bar Restaurante La Mirandela

El sitio es acogedor y bonito, se come bastante bien la piscina natural que está en frente es una pasada. Muy recomendable.

Todo un descubrimiento. Sitio que encontré al pasar y con suerte tenían mesa (hay que reservar por lo general). Platos con una presentación y sabores que no esperaba en un lugar tan perdido o un pueblo. Productos de la zona hechos con cariño y buen ojo como podéis ver por las fotos. El precio ya me dejó de piedra, 25 euros persona con postres. Si pasáis ppr la zona llamad y no dudéis en probarlo.

Ambiente agradable, tranquilo y sin agobios.
Todo genial, la comida y postres excelentes

Sitio de referencia en el pueblo para comer en verano , comida bien elaborada, buenos productos y platos distintos que mezcla sabores, acogedor, hay que reservar.

Hemos reservado mesa para mi mujer y yo,3 dias antes y sin problemas.Trato humilde,amables.Buen servicio sin ningun estres por que es pequeño el restaurante pero sobresaliente en la comida,menú,etc.Cumple muy mucho las expectativas y mas en la misma naturaleza de la garganta de la Eliza.Volveremos seguro cuando la piscina natural esté llena en verano para bañarnos y comer en La Mirandela.Muchas gracias.

Comida de muy buena calidad, productos locales y platos exquisitos. Pedimos para picar casi todos los entrantes y algo de carne y ensaladas. Nada nos disgusto. El local muy bien decorado y con gusto y la música ambiente también acompañaba. Tanto la camarera como el cocinero atentos y muy simpáticos. El precio muy razonable. 10 de 10!

Muy buen sitio para comer en la sierra de Gredos, agradable, junto a la garganta de Eliza. Carta variada, riquísima la caldereta de cordero (era de oveja, avisados previamente, pero aún así, súper tierna). Este sitio junto con la Asomadilla son los más recomendables para mí en Pedro Bernardo.

Sin duda alguna repetiremos, recomendadisimo buena atención, higiene, profesionalidad y sobre todo calidad precio espectacular,no nos esperábamos un sitio tan brutal.

Todo estupendo, con unas muy buenas vistas. Volveré.

Nos habían hablado muy bien de este lugar y la verdad es que no nos ha decepcionado nada. La ensalada de la Eliza (setas, jamón de pato, canonigos) muy rica, una paella valenciana de las mejores que nos hemos comido y un brownie casero que quita el sentido. Eso acompañado de un ambiente natural precioso, y los dueños súper amables. Volveremos.

Jamás pensarías que en un sitio así se pude comer tan bien.No es un lugar ostentoso y está en medio de la nada, pero tiene unos platos increíbles con unos sabores esquistos

Lugar tranquilo en medio de la naturaleza. Pedimos tortilla de setas, espectaculares los huevos y las setas, una ensalada de tomate de Ramacastañas, tomate tomate, y lomo de ternera: Mantequilla. El helado de queso, nivel. Un diez

Uno de los mejores sitios para comer de todo el Valle del Tietar. Comida casera con productos locales de calidad, trato excelente y en una localización inmejorable. Sorprende mucho encontrar un sitio donde comer tan bien en un pueblo con menos de 1000 habitantes. Recomiendo las delicias de monte enebro, no os marchéis sin probarlas.

Nos ha sorprendido. La comida casera y con buen genero. Estaba todo riquísimo. Las delicias, las hamburguesas y la tarta de calabaza.
En plena naturaleza.

La comida muy buena y de calidad,el servicio bastante agradable y el lugar donde se encuentra excelente

Recordamos éste local con la anterior dirección como un local ensebre dónde nunca perdíamos la ocasión de comer las patatas al caldero, después de casi 15 años sin venir a Pedro Bernardo, ha sido un placer comer en La Mirandela, por supuesto, repetiremos, esperando no tardar tanto en volver :)

Espectacular entorno, genial la atención, comida aún mejor. Ya he repetido varias veces y continuaré haciéndolo. La dueña un encanto de persona.

Este sitio es fascinante con una comida digna del lugar. Disfrutar de la deliciosa comida con tan maravillosas vistas es un tremendo placer.Y al terminar puedes darte un buen baño en la piscina.Lo recomiendo mucho.
Bruno

Espectacular trabajo de los propietarios! Restaurante con energía 100% renovable y una comida estupenda, en un entorno natural inigualable

Excelente. Después de una calurosa ruta a pie, nos encontramos este sorprendente restaurante junto a la piscina natural. La mujer que nos ha atendido es muy amable. Hemos comido en la terraza, rodeados de naturaleza, bonitas vistas y mucha tranquilidad. Todos platos de la carta son caseros y elaborados con productos de la zona (aceites, higos, queso, pimentón...) y todo lo que hemos comido estaba exquisito y a buen precio, destacando los saquitos de queso.