Casa Rural El Peralejo

Primero que todo recalcar la amabilidad de la gestora de la casa. El alojamiento es muy amplio y cómodo, con todo el equipamiento necesario para disfrutar de una buena estancia rural. Además, cuenta con piscina y barbacoa, genial para el final de primavera y el verano.
Su buena situación te permite visitar fácilmente pueblos relevantes de la Sierra Norte de Sevilla, además, de la Reserva Natural de El Castillo de las Guardas (a 5 min).
Por último y no menos importante, destacar las vistas de la zona y de la propia casa. Volveré sin duda.

Alojamiento apropiado para poder relajarse en una zona tranquila y natural. Apto para un grupo amplio de personas que quieran conocer el entorno o borrarlo en disfrutar de la piscina en periodos veraniegos. Bien cuidada y atendida por sus dueños que viven enfrente. La carretera de acceso está parcialmente reformada pero bien de todas formas

Una casa espaciosa, con gran capacidad y con unas vistas estupenda. Para pasar un fin de semana entre amigos es de lo mejor. Por otra parte, el trato de los caseros es digno de destacar, estando atento en todo momento de cualquier necesidad. Experiencia inolvidable

La verdad es que repetiría mil veces, la casa esta genial y el entorno no puede ser mejor. Disfrutamos muchísimo los días que estuvimos. Muy recomendable si quieres desconectar con amigos o familia.

La casa es muy acogedora y tiene unas vistas preciosas. Se pueden dar buenos paseos por los caminos o conducir un poco para echar el día por los alrededores del Rio Tinto. Sin duda repetiría

Te permite conocer una Zona que tiene mucho que ver, Rutas de senderismo mountain bike o para correr, a 5 minutos de la reserva del castillo de las guardas, una Zona con mucho potencial para la caza

Casa muy acogedora y espaciosa para compartir unos días de retiro geniales con familia y amigos!

Maravilloso lugar en medio de la naturaleza para desconectar

Un lugar para perderse!! Fantastico

Las ovejas se pueden acariciar

La estancia es buena pero la situación de la casa en cuando a infraestructura deja que desear