Casa Caenia

Si vas busacano un fin de semana de desconexión en familia o con amigos esta casa te va a encantar.

empecemos por su anfitrión, Olmo, es amable, educado y atento nos ha facilitado mucho las cosas para la llegada y la comodidad de los huéspedes.
la casa es un encanto y no hay rincón que no tenga un toque mágico, habitaciones espaciosas y cómodas, cocina y comedor acojeros, pero es que no basta con eso, por que tiene unos patios que quitan el sentido, te trasportan a la paz y la tranquilidad de un humilde pueblo lleno de historia familiar.
Como digo el patio es precioso pero cuando parece que acaba la visita, NO, te presenta la zona de barbacoa ajardinada con mil colores, una huerta de la que brota vida y se nota el cariño con el que cuidan hasta el ultimo detalle. Al lado de la barbacoa reposa un porche de parra que da sombra y frescor perfectos tanto para comer como para cenar. Nada mas que añadir, que es maja hasta la gatita que viene a recibirte con todo su cariño como si fueses su nuevo dueño.

Excelente! La dueña muy amable, nos recomendó para pasar unos días geniales. La casa mantiene toda su esencia y carácter, pero con detalles muy cuidados. Casa en plena naturaleza, ideal para desconectar. Ojo, es una aldea, hay que desplazarse en coche para el pueblo más cercano con los servicios mínimos. Aún y así, todo genial.

Un lugar que recomiendo.
Limpio auténticamente rústico, todo lo necesario como en casa para una familia de seis miembros o seis amigos, tres habitaciones, dos baños, cocina comedor o comedor al aire libre. Un rato de paz y sosiego fundamental en nuestra vida y económico. En Vitigudino a ocho Km, se puede comprar llenar el frigorífico y cocinar en casa. Y si no, pues solo desayunar e ir a comer bien y si se desea pasar un rato agradable por lis alrededores. Vale la pena. Traguntia pueblo o villorrio, es para estar en pleno campo rodeado de Paz. Fresco en verano y en invierno cálido, con todo lo necesario.

Lo dice una 'ranita' Azul.
Lo recomiendo

Nos ha encantado la casa, grande y muy cómoda. El pueblo es precioso para pasear entre dehesas y la zona es todo un descubrimiento, alejado de la multitud. Sin duda volveremos a este remanso de paz.

El sitio es espectacular, las habitaciones y el entorno son realmente bonito. Una zona muy tranquila y perfecta para descansar. El trato de los dueños ha sido genial y estaba todo perfecto.
Recomendado 100% y repetiremos.

Fenomenal lo hemos pasado genial la casa muy grande y muy bonita por dentro y por fuera los dueños excelentes Beatriz que es con la que más hemos hablado es maravillosa nos ha atendido muy bien con su marido no hemos tratado mucho pero por lo que hemos visto es un manitas y un artista con la madera bueno en definitiva recomiendo esta casa 100%

Un sitio excepcional para desconectar. Tienes todo lo que necesitas y los dueños son encantadores, te facilitan mucho la estancia.

Una preciosa casa rural en un pueblecito tranquilo, con unos anfitriones estupendos como son Carlos y Beatriz, unas personas encantadoras.

Castilla en estado puro. Esencia de buenas costumbres y obligaciones. Obligatorio repetir. Lo mejor , Beatriz, la dueña.

Un pueblo precioso y la casa muybonita con una gran chimenea,los propietarios muy majos.

Casa muy bonita, ideal para desconectar.

La casa conserva el encanto de la zona rural, manteniendo su sabor antiguo con todas las comodidades de hoy.

Muy amables.

Excelente y los dueños magníficos

Casa muy linda, rural, de aspecto rústico. Los alrededores son hermosos e invitan al descanso y a dar paseos por los alrededores.
La anfitriona muy amable.
Está aislado del centro, lo más cercano es Vitigudino a unos minutos muy cerca.

Hemos estado 3 noches mi familia (4 adultos) y nuestra perra Summer y hemos ocupado la casa que está en la entrada a la izquierda. 3 dormitorios y 2 baños.
En realidad es una sola casa, exteriormente hablando, tipo palacete, impresionante de grande y de bonita, que ellos han dividido en varias casas independientes. Los dueños viven en una. No les vimos.
Tienen un patio y un jardín grandes donde nuestra perra ha disfrutado lo suyo.
Nos atendió el hijo de la familia dueña, Olmo, majo, agradable y que te ayuda en todo lo que necesitas.
Buenos colchones, almohadas, presión de agua y elementos en la cocina para una estancia cómoda y estupenda.
Mucho granito y madera (el padre es artesano y toda la madera que ves en la casa está realizada por él).
La pedanía donde está situada la casa está a 10 Kms de Vitigudino.
Es un sitio muy tranquilo donde desconectar y relajarte.
Y, como añadido, un cielo estrellado IMPRESIONANTE regalo de la poca contaminación lumínica de la zona.
El precio también es bueno.