Raquel del Castillo Sacristán

Tahona tradicional con 3 generaciones en su historial. Si quieres el pan como se hacía antes tienes que ir. Recuerda comprar magdalenas (si llegas a tiempo porque "vuelan") así como los bollos de almendras o de chicharrones. Todo lo hacen ellos con calidad y tradición. La atención 10, felicidades. Punto de paso obligado si vas a comer a Arévalo.

Me atrevería a decir que es la mejor panadería de Castilla y León, con el mejor pan que he probado nunca, la mayor variedad de pasteles artesanos de todas las panaderías que he visitado, y, además asan maravillosos cochinillos, cabezas, corderos... De todo. Además, con un servicio a domicilio envidiable. Magnífico trato de los empleados (no tiene nada que ver con la otra panadería que hay en el pueblo), y con unas instalaciones de 10. He votado 5 estrellas porque son las que hay, sino, votaba 200.

Aparte de pan, asan magnificos cochinillos

Es una panaderia genial, Raquel es muy simpantica y agradable. Sus productos están deliciosos Las torrijas están de muerte

Raquel conoce la materia prima y sabe dar el punto perfecto

Atención estupenda. Asados en su punto. Panadería genial. Para no dejar de ir. Servicio de comidas y lugar estupendos.

Excelente pan y a buen precio. Rosquillas bañadas riquísimas. Sitio recomendable.

Pasamos en domingo con mucha sed y ganas de comer pasteles, hoz aconsejó venir y disfrutar lo que tienen. Es para chuparse los dedos!

Una panaderia de las de siempre, mucha variedad de panes. las magdalenas y las pastas de almendras increibles y la tartas de lo mejor que puedes probar.

Tiene unas palmeras de chocolate con un esponjoso y fino hojaldre. Deliciosas palmeras.

Todo buenísimo, además la dependienta es majísima

ENAR Y ALEJANDRO OS ATENDERÁN COMO SI FUERAIS DE LA FAMILIA