Bertiz Hotel

Estuvimos unos días disfrutando del valle del Baztan y la ruta verde del Bidasoa. El enclave es ideal para conocer la zona , justo a la entrada del valle y junto al fantástico parque del Bertiz.
El hostal es una casona con una personalidad muy especial, decorada con muy buen gusto y donde nos hemos sentido muy cómodos.
Kariñe , su anfitriona , siempre atenta y pendiente de todos los detalles. Gran conocedora de la zona , con sus explicaciones , nos ha hecho entender la historia , tradiciones e idiosincracia del lugar ...Todo un gran acierto.
Volveremos , con o sin bicis!....
Hasta pronto !

Son ya muchos años los que conocemos este sitio privilegiado, no solo por la ubicación desde la cual accedes a todo Bertiz y alrededores, incluido Francia, en un entorno natural sin parangón, sino por unas instalaciones excelentemente cuidadas y por un servicio y atención excepcional
Kariñe te trata como poca gente, acogiéndote en su establecimiento como pocos anfitriones
Pocos sitios he encontrado como este y mira que he rulado por ahí..!!!
Una vez más seguro que volveremos

Precioso hostal, muy bien decorado, habitaciones grandes con camas muy cómodas, limpieza impecable, desayuno muy bueno y sobre todo la compañía y amabilidad de su dueña Kariñe, muy atenta y con muchas ganas de que te sientas en un hogar.
Muchas gracias por todo, te deseamos lo mejor.
Cuatro amigos.

Un hostal precioso en un entorno espectacular. La casona antigua, del siglo XV, está perfectamente restaurada, acondicionada y decorada, llena de detalles de un gusto exquisito, con espacios muy acogedores y amplias habitaciones. Kariñe, la propietaria, es súper simpática y servicial, un encanto de persona que ha contribuido decisivamente a que la estancia en su casa sea inolvidable. Si la vida me lo permite volveré, sin la menor duda.

Llevo años viniendo a este rincón del mundo que me tiene enganchada y hasta hoy no había conocido este alojamiento que lo tiene todo.
Una ubicación inmejorable junto al Bidasoa y el puente y sendero de Erretparazea. Uno de los puntos más deliciosos de Bertiz.
Unos interiores bellísimos decorados con gusto sobrio y exquisito.
Y Kariñe, el alma de la casa, que cuida con esmero a sus huéspedes en cada detalle, empezando por el desayuno y siguiendo por todo lo demás a lo largo del día.

Altamente recomendable.
Palabra de Nekane, como me ha rebautizado ella.

Pongo 5 estrellas porque no puedo poner más.... un sitio ideal para estar en contacto con la naturaleza. Hotel muy limpio y con desayuno amplio y variado. Kariñe muy buena anfitriona

Hostal precioso y con encanto, ubicado en un entorno inmejorable, en las lindes del parque natural del Señorío de Bertiz y del Bidasoa, donde poder relajarse y disfrutar de la naturaleza.
El hostal es una espectacular casona tradicional de la comarca, con amplias habitaciones y baños, limpias, cómodas y confortables.
El desayuno es delicioso y abundante.
Lo mejor de todo es el trato cercano y familiar que nos brindaron Kariñe e Iñigo, estuvieron pendientes de nosotros en todo momento, haciendo muestra estancia muy agradable. Aparte de ser buenos anfitriones, fueron buenos consejeros, indicándonos que zonas visitar y donde comer o cenar.
Cualquier viajer@ que busque un lugar hermoso y con encanto para relajarse y explorar la naturaleza, este hostal es una excelente opción.

Buscábamos un lugar tranquilo para desconectar y lo encontramos.
Un lugar mágico, el Hostal Bertiz está dentro de un enclave fascinante, lleno de historias y naturaleza que sobrecoge el espíritu.
La casa es maravillosa con mucho encanto y muy bien cuidada, de piedra y suelos de madera y todo ello se conjuga para hacerte sentir la energía de la casa y su antigüedad que hasta hoy permanece y se adivina en el alma.
La habitación espaciosa, acogedora y muy limpia. Casa llena de detalles y historia para el ojo observador y un lindo jardín.
El entorno de bosques, el río, los puentes de piedra, la bruma matinal, las noches estrelladas, todo en conjunto hace sentir su intensidad que realmente desconecta la mente del estrés diario.
Kariñe, la anfitriona, es un ser maravilloso que hace que la estancia sea inolvidable y, también está Iñigo, gran caballero con el que da mucho gusto conversar.
Os mandamos un gran abrazo, muchas gracias por vuestra simpatía y atención.
Leandro y Mònica
P.D, Kariñe echamos de menos tus tostadas. Volveremos!!

Espectacular casa, preciosa y con muchos recuerdos. Kariñe, anfitriona excelente. Nos ha explicado mil y una historias interesantes y recomendado lugares para visitar. Desayuno muy rico y local. Acertada decisión alojarse en Bertiz ( Oieregi), disfrutar del paisaje y la tranquilidad. Volveremos 🥰

Preciosa casona con un bonito jardín repleto de enormes hortensias!
Ubicación excepcional!
Decoración con un gusto exquisito!
Limpieza de 10
Desayuno riquísimo y casero
Bar con uso exclusivo para los huéspedes
Y sobre todo Kariñe, con su trato exquisito, educado y profesional!!qué nos
hizo pasar unos días encantadores!! Momentos inolvidables!!!

Recomendable en todos los sentidos . Casona con mucha historia ,repleta de muebles y recuerdos de antaño, bien conservados ,en medio de un paraje muy tranquilo . El río colindante a la casa ,acompaña a una estancia inmejorable . Gracias a Kariñe y a su hermano ,por la hospitalidad .

Una gozada hospedarse aquí. Nosotros lo hicimos a principios de agosto. Trato familiar por parte de su propietaria, Kariñe, que nos trató con mucho "kariño", dándonos indicaciones para visitar la zona. Se puede acceder al Señorío de Bértiz y a los jardines andando desde el hotel. Totalmente recomendable para repetir.

Hotel con mucho encanto, muy bien cuidado y situado en un lugar maravilloso, pegado al parque natural del Señorío de Bertiz. Una casona típica de la zona hecha con buenos materiales. Te sientes como en casa. La dueña, Kariñe, una estupenda anfitriona.

Donde se unen leyenda y naturaleza, a los pies del Señorío de Bertiz dominio de basajaun, se encuentra este precioso caserío donde el huésped se siente acogido y mimado. Paz, tranquilidad y Kariñe, gran anfitriona!!.
Gracias por tus cuidados, y gracias también a tu hermano por esas cervecitas acompañadas de grata conversación!!!!

Maravillosa casona cuidada con todo detalle. Habitación amplia, cama enorme y comodísima. Desayuno perfecto. Ubicación inmejorable para visitar el bosque de hayas de Bertiz (acceso andando) y toda la zona. Kariñe prepara unos desayunos estupendos, te orienta a rutas o paseos o zonas a visitar según tu interés. Su amabilidad es tan grande como la casa ;)
Un lugar muy especial lleno de magia y cuidado con un cariño que se siente en cada rincón.
¡Gracias, Kariñe, por todo! Volveré....

Excelente casona decorada con mucho gusto, no le falta detalle, con habitaciones muy amplias y una cama enorme! Trato perfecto de kariñe que es la dueña que te aconseja y te ayuda en todo lo que necesites. Ubicacion perfecta si quieres tranquilidad y rodearte de espacios unicos sin duda repetiremos y le damos un 10! Gracias kariñe por estos dias

Un sitio único en el Pirineo Navarro. Lugar ideal para desconectar. Las instalaciones tienen todo lo necesario para una estancia perfecta. La dueña Kariñe encantadora y el relaciones públicas, Iñigo, supercompetente! y eficaz.

El Hostal, precioso!!!
Impoluto.
La ubicación es perfecta.
Un jardín salido de un cuento de hadas, con grandiosas hortensias.
Definitivamente, lo que lo hace maravilloso eres tú Karine.
Un besukiiiiii 🥰🥰🥰 hasta pronto!!!👏👏👏👏

Todo perfecto, una hora después de salir ya echamos de menos estar en Baztán, en ese caserio con tanto encanto y sus dueños Kariñe e Iñigo que nos aconsejaron sobre la zona de maravilla y siempre con humor y amabilidad. Inolvidable, para repetir pronto
Megg( Regi)-Aizkolari ( Pedro )

Ideal para visitar el Señorío de Bertiz. Atravesando un puente se accede a un sendero precioso que discurre paralelo al río Bidasoa y en quince minutos estás en el Jardín de Bertiz.
Trato cercano y familiar. El desayuno personalizado.
Hostal en casona vasca reformada con gusto y habitación amplia y con encanto