Restaurante Posada Medieval El Manjón

This is a wonderful hotel. The rooms are very nice and warm.

De entrada me encantó que el hombre nos informase de que tendríamos que esperar a que terminase con las mesas que tenía en el salón porque son solo dos personas y le gusta atender como es debido.

Pasados los 15 minutos que nos dijo inicialmente vino a buscarnos y pasamos al salón. La decoración es super original y todo muy limpio (con la cantidad de detalles q tiene la decoración este es un detalle a tener en cuenta).

Tienen menú de fin de semana pero al ser una parada en el camino era demasiado porque luego no podíamos echar la merecida siesta que obligaba el menú. (A la próxima lo probaremos y así aprovechamos también a conocer las habitaciones del hotel...) Nos decidimos por unas raciones para compartir y matar el hambre sin activar al sueño y fue un acierto todo lo que pedimos.

La presentación y la calidad de los productos magnífica. Los postres caseros y riquísimos, el café también buenísimo y la atención por parte del dueño impecable, un hombre muy correcto y simpático que se nota que disfruta haciendo su trabajo. Ya tenemos sitio para volver y volver cada vez que pasemos por la zona!

Es un sitio tranquilo, buen servicio trato muy bueno y comida muy rica, dan tanto grupos como mesas individuales o dobles, conviene hacer reserva aunque te atienden siempre si puedes esperar.

Nunca habia probado algo tan tierno. Ademas, son muy amables. Superrecomendable.

Muy buen trato del gerente, Víctor, como sí nos conociéramos de siempre y el personal muy atentos, muy buena cocina, incluidos los postres, repetiremos cuando volvamos por la zona, muchas gracias Víctor.

Menú del día, me parecieron raciones muy grandes y eso que soy de buen comer, el plato de arroz estaba hasta los topes, en el segundo a tope de patatas fritas naturales, con adornito de hierbitas por encima de la chuleta y del huevo, me gustó ese toque de decoración, pues demuestran preocupación por agradar al comensal. Y que decir del sirope por encima del postre, pues son detalles muy de agradecer y de preocuparse por hacer bien las cosas, con esa presentación mejora mucho la vista de los platos. Sin duda, que repetiré.

Victor un anfitrión de primera, no le ha faltado detalle. Hemos probado todo, recomiendo: crema cantabra, filete de carne a la brasa, rabas…… .Todo buenísimo. Para repetir, siempre.

En un marco medieval, una cálida bienvenida y servicio. Los platos son deliciosos y abundantes. Aparcamiento privado, que no estropea nada.

Siempre tan a mano, y aún no lo conocía. Lo cierto es que me ha encantado y sencillamente con ganas de volver. A un paso de Corrales de Buelna, cerca de Reinosa y a poco más de Aguilar de Campoo. El menú del día menos de 15 euros.

Comida tradicional muy rica y sabrosa, muy buena relación calidad precio. El trato inmejorable, muy amables, nos echaron una mano calentando el biberón del niño.

Si buscas un lugar tranquilo, este es el sitio adecuado. Edificio emblemático y trato familiar.

Un lugar por descubrir, su fabada Asturiana de lujo, precios fantasticos

Hemos venido a pasar unos días a Santander, y nis hemos alojado todas las noches en la posada, todo ha ido genial tanto el desayuno como las cenas riquísimo todo!
No hay duda que si volvemos a Santander nos alojaremos aqui.
Gracias por todo!

Comimos allí y el trato fue espectacular, la comida buenísima.

El servicio fantástico, las comidas buenísimas y las habitaciones son muy grandes y bonitas

Buen trato y atencion, comida excelente y lugar muy bonito

Excelente trato de los dueños, la posada muy bonita. Habitación amplia, cómoda y la limpieza muy cuidada. Entorno precioso, a pocos km de la playa y de muchos entornos para visitar. Repetiremos experiencia. Gracias por un finde fantástico.

Trato agradable. Vamos a menú pero, si algo no te convence, te pueden ofrecer otro

Estancia vacacional de 4 noches y hemos estado como en casa. La Posada muy bonita con toques medievales. La comida y postres caseros muy buenos. El personal muy agradable y atentos (muy buena gente no sólo por el negocio). No tenemos queja ninguna.MUY recomendable.

Una parada en el camino acertadísima. El camarero amable y tenían gel en la entrada. Tomamos unas cocacolas y unos pinchos de tortilla buenísima, casera, poco cuajada. Nos supo deliciosa. El sitio es muy pintoresco, con adornos medievales, muy llamativo y bonito. Totalmente recomendable.