Instituto Social de las Fuerzas Armadas

La mujer que me atendió superdesagradable y prepotente, pensé que al entrar me conocía y que la debía algo e incluso que alomejor en vez de decir Buenos días, tenía que haberla hecho una reverencia en su lugar, por no decir que no fuí contestado al saludo.
Para empezar mis datos personales los cantaba a viva voz, igual pensó que estaba sordo, pero creo que a las 3 personas que se encontraban allí no les interesaba mi cuenta bancaria.
En segundo lugar la costaba trabajar hasta para cambiarme la dirección y como era habitual me puso la excusa de que el sistema funcionaba mal, mientras preguntaba al compañero en voz muy bajita, como se hacía el trámite, para eso sí hizo uso de la intimidad.
Ya para el colmo quiero hacer una solicitud, y la señora con su cara de agria me empieza a pedir los impresos y mirar en mi carpeta los papeles, haciéndome una pregunta, que se entendía a orden, que porque no lo hago por la web, que así no tengo ni que venir.
En conclusión, No entiendo como ISFAS tiene a personas tan desagradables de cara al público las cuales no tienen la educación ni de darte un Buenos días y de atender a a las personas con amabilidad, que no se pide que te reciban con alfombra roja ni bombones, pero si un mínimo de tratar a las personas con las inquietudes que se les demanda.
Mi impresión es de muy pocas ganas de trabajar y muchas ganas de parloteo con el café, y sobre todo de que si es posible no vuelvas, no sea que les des trabajo.

No sé cómo es posible tener de cara al público a una mujer tan maleducada y prepotente que pone trabas para todo, todo le molesta, todo está mal, espero que se jubile pronto, por el bien de los usuarios

Tienen allí a una mujer cara al público que pone todas las dificultades que le es posible poner, además de comportarse de forma déspota y maleducada