La aventura

Marta es una excelente anfitriona , te hace sentir como en casa ! Habitación con baño privado muy cómodo y súper limpio, hermosas vistas en el patio para disfrutar del paisaje de Amaicha ! Nos vemos a la vuelta !!!

Maravillosa estadía en la aventura !!! Habitación con baño privado muy cómodo y súper limpio... A la vista está el hermoso paisaje del patio y el riquísimo desayuno que nos preparó su propietaria, Gracias!!!

Marta, su dueña es un ser extraordinario. Desde que llegamos que nos hizo sentir como en casa. Tiene una calidad humana increíble. Las habitaciones son cómodas, el wi fi anda muy bien. Es ideal para ir a descansar y recorrer los alrededores. Prueben las empanadas que hace! Que son espectaculares!

Hermoso lugar. Para descansar. Silencioso y con una vista increíble. Marta te hace sentir muy cómodo. La atención es de primera (podes cenar en el lugar comida cocinada por ella). Muy recomendado para venir.

Hermoso lugar, cálido, acogedor. Sus instalaciones maravillosas. Una vista hermosa. Y Marta una anfitriona maravillosa. Gracias.

UN LUGAR PRECIOSO, SI ESTÁN EN AMAICHA EL MEJOR LUGAR PARA HOSPEDARSE. La señora q atiende es una persona hermosa, muy amable y atenta. Por un precio increíble te hospedas en un lugar cómodo, limpio, cerca del centro y te preparan un desayuno rico para arrancar el día.

Nos hospedamos una noche, la habitación muy cómoda, la ducha bien caliente. El patio cuenta con una terraza tipo mirador, bellísimos paisajes se observan.
Marta su dueña muy amable y cálida, nos cocino empañadas y humitas, todo delicioso.
El desayuno estaba incluido también muy completo.
Un lugar para recordar y volver sin dudas!

Estuve alojado anoche
Después de una charla con Marta bajo la noche ,puedo decir que el lugar tiene una vibra positiva insuperable y la calidez de su dueña es única .
Muy cómodo con sus instalaciones ,una limpieza y orden único.
Un placer haber estado alojado allí.
Para regresar y recomendar .

ESPECTACULAR. Marta es una extraordinaria anfitriona. La casa es de una belleza sin igual y con una limpieza excepcional. Se puede comer en los baños.

Los colchones son muy cómodos y Marta te hace un desayuno abundante y delicioso. Cómo si fueses de la familia. Dan ganas de quedarse un mes en Amaicha.

La relación precio/calidad es inigualable. No vas a conseguir nada mejor y vas a estar feliz de estar ahí.

Hermoso lugar, muy buena ubicación.
Ducha con agua súper caliente, todo ordenado y limpio.
Pero lo que más se destaca es la atención de su dueña Marta, te hace sentir como en casa, nosotros tuvimos la suerte de probar sus ricos budines.
Super recomendable..... Volveremos Brisa y Eric.

Un hermoso lugar para descansar y disfrutar. Las habitaciones son super confortables y el lugar muy cálido y ameno. La atención de Marta es impecable, una hermosa persona que tiene en cuenta todas necesidades de los que se hospedan. Realmente volvería al lugar.

Primero destaco la recepción y la calidez de Marta desde el primer momento. Incluso tomándome reserva de palabra. La casa es hermosa, es como alojarse en casa de un familiar, pero con habitaciones bien separadas y acondicionadas con baño privado, muy tranquilo para el descanso. Limpieza un 10. La áreas comunes son muy lindas, living comedor con libros a disposición, cocina comedor, un patio exterior, con mesas, parrilla y una vista inmejorable al valle a las montañas. El desayuno completo, con infusiones, pan, criollos, mermelada y budin. A pedido nos preparo unos fideos caseros a la bolognesa y milanesas con puré. Una delicia. Tiene bebidas a disposición también, gaseosa y vino. Si tengo algo que mencionar es la intermitencia de internet, pero tiene que ver con el servicio en general, según me dijo Marta ya está llegando la fibra óptica. Tranquilamente se puede caminar hacia el centro de Amaicha, comercios y algunas atracciones de la zona.
Gracias por recibirnos esperamos volver !!

Muy bien atendidos por Marta la dueña del hospedaje, te hace sentir en familia.
Rico y abundante desayuno. El lugar y las vistas que tiene, inmejorable.

El lugar tiene lo Bonito de la sencillez. Camas cómodas, ducha calentita, desayuno como en casa y una hermoza terraza mirando a las sierras... Marta, la anfitriona, Muy cálida y servicial en todo momento. No fue solo un lugar para pasar una noche, fueron gratas charlas - mientras prendiamos el fuego de la parrilla- donde conocimos un poco las costumbres y cultura del lugar....fuimos solo de paso, nos quedamos con ganas de volver y extender unos días más la visita. Muchas Gracias. Saludos. Gustavo y Flia.

Un lugar hermoso, super tranquilo y la vista es espectacular.
La decoración del lugar me encanto, Marta cocina riquísimo todo, pero prueben las empanadas de pollo son únicas!
Estuvimos casi fines de julio 23 y volveremos!!!

Hermoso el hospedaje y su ubicación, cerca del museo y a cuadras del centro. Tiene hermosa vista para desayunar o almorzar. Las habitaciones muy cómodas y limpias. La dueña Marta, súper atenta a los huéspedes, te hace sentir como en tu casa. Su comida casera es súper recomendable muy rico. Es recomendable!!!

Muy cálida recepción de parte de Marta y su hija , nos hicieron sentir como en casa, habitaciones muy cómodas y limpias. Si forma de ser crea un ambiente muy cómodo y placentero, muy recomendable,.

Principalmente las instalaciones son muy cómodas, los colchones está en excelente estado y la vista desde la terraza es inigualable. La Paz del lugar es característica al igual que la energía, y la persona que atiende en el lugar. Es atendido por la dueña Marta una excelente mujer que brinda una grata atención, esta en todos los detalles y hace que uno se sienta en su propia casa.
Inicialmente íbamos a ir por 1 noche, y al ver la casa y conocer a Marta, decidimos quedarnos 3 noches. Fue una experiencia única, que esperamos repetir en otro momento.
Además pudimos probar sus empanadas de pollo, que estaban espectaculares!

Muy lindo alojamiento!! Sencillo pero ambientado muy hermoso, prolijo y muy limpio. Las habitaciones muy cómodas. Muy buena la atención de su dueña Marta quien días previos al viaje nos brindo mucha información, además la noche que llegamos era tarde, estábamos cansados y se ofreció a cocinarnos para que no tuviéramos que volver a salir, riquísimas sus empanadas de pollo con masa casera. Una señora muy amable y atenta, mucha hospitalidad.

Es un lugar hermoso. La dueña de la posada, Marta, es una persona sumamente cálida y amable, siempre atenta con el huésped. Ella prepara personalmente el desayuno, que es muy completo y variado. Comparte con los huéspedes el comedor y la cocina que están ambientados con muy buen gusto, y también el patio, que tiene una vista maravillosa y donde, si el tiempo lo permite, se puede disfrutar del almuerzo o el desayuno, o tomar unos mates.
Fuimos con el propósito de probar empanadas en cada lugar en el que parásemos, y recomiendo no se pierdan las empanadas de pollo que prepara Marta, sin dudas las mejores de todo el recorrido que hicimos por los valles Calchaquíes.